CARNAVALES

TRADICION Y TRANSGRESION

El día 14 de febrero de 2023 se llevó a cabo el café tertulia organizado por la asociación de Antropología Arakadia. Durante este encuentro se propuso la temática del carnaval como eje de discusión. Desde la perspectiva antropológica iniciamos con una exposición sobre el carnaval como patrimonio cultural que entiende a las fiestas populares como un acervo de conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación, ya que incluye tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.

Hablamos sobre cómo las tradiciones propias del carnaval están compuestas de elementos simbólicos y generan representaciones sociales vinculadas a las festividades como un espacio de transgresión (patrimonio inmaterial), y al mismo tiempo hay expresiones tangibles como los disfraces que pertenecen al ámbito del patrimonio material. Los carnavales poseen una dimensión tradicional, con un fuerte componente identitario, pero van cambiando con el tiempo a medida que cambia la sociedad. 

Una vez planteadas algunas herramientas que nos ofrece la antropología para reflexionar sobre estas festividades, se abrió el espacio para compartir las distintas concepciones y experiencias de las y los participantes. Hablamos sobre los orígenes del carnaval tanto paganos como la apropiación que hizo el catolicismo de estos ritos populares. Se comentó sobre las diferencias entre los carnavales de distintas zonas de Navarra, lo que llevó a cómo se festeja en los pueblos. Surgió así el tema de la espectacularización del carnaval, y que genera intereses contrapuestos en los pueblos. Por un lado, el interés económico del turismo y la hostelería, y por otro, las personas que quieren mantener los carnavales como una fiesta local. Se planteó que en algunos carnavales hay una folklorización para el consumo que genera un sentimiento de que “hay que ir a verlo” y que atrae a muchas personas a estas festividades. Se destacó que hay una exportación de las tradiciones como pasa con los Joaldunak que se han hecho muy populares fuera de Navarra.

En este sentido se interpretó que existe una patrimonialización pero se cuestionó el hecho de si es una obligación o no mantener los carnavales tradicionales y se propuso que se podrían hacer otras fiestas en los pueblos solo para los locales.

Se destacaron algunos cambios, por ejemplo, ahora hay fiestas en los pueblos y en los barrios durante casi todo el año, que muchas veces son difundidos por los ayuntamientos y forman parte de un programa oficial. Por otra parte, ahora se organizan muchas comidas en estas fechas donde se come y se bebe mucho cuando antes se solía salir a pedir la comida en las casas.

Se conversó acerca de las diferencias entre los carnavales rurales y los urbanos. Aún se mantienen tradiciones como la quema del Mielotxin y surgió la pregunta sobre qué pensamos hoy sobre estas tradiciones. Algunas personas lo asociaron a la pena de muerte, pero otras no lo vieron así, pero se trajo el tema del fuego como algo que atrae a las personas.

Nos preguntamos por qué se mantienen los carnavales y se lo relacionó con que son días de libertad, asociado a los disfraces que se utilizan para no ser reconocido o para ser otra persona. Se mencionó que en estas fechas se venden el 70% de los disfraces del año por lo que son importantes para los comercios.

Hacia el final del debate se mencionó el festejo de caldereros en Pamplona en donde la gente se disfraza de gitanos y gitanas, lo cual ha producido que personas del pueblo gitano se pronuncien en contra de este tipo de disfraces por considerarlos como una caricatura o burla. Este punto generó controversia porque algunas personas que no pertenecen al pueblo gitano consideran que se hace sin ninguna mala intención, pero como contraparte se expuso la situación de discriminación que sufre este colectivo y como se ha tratado desde la cultura dominante asimilar a las personas gitanas.

Como conclusión se planteó que son necesarios espacios de encuentro intercultural para la discusión de estas problemáticas y para entender las distintas posiciones con el objetivo de buscar soluciones. En este sentido, inspirados por el antropólogo Llorenç Prats hacemos un llamado a pensar en el patrimonio no como una entidad esencial sino como un conjunto de recursos y estrategias para la reflexión cultural e identitaria, también como herramientas para el intercambio y conocimiento mutuo con personas de otros contextos culturales, y para la sostenibilidad y reproducción social de la diversidad cultural.

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