Arakadia ha organizado un nuevo café-tertulia para el próximo 20 de septiembre.
Aunque reconozcamos como un gran error seguir pensando al son del dualismo que muestra la “salud” frente a la “enfermedad”, no podemos obviar que una dimensión fundamental del campo de la salud es el malestar, y dar cuenta de él desde la antropología nos lleva a iluminar su condición humana, social y subjetiva. En lo que respecto a ese ámbito que denominamos “salud mental”, la antropología permite aproximarnos al conocimiento que las personas desarrollan desde sus experiencias de vacío, aflicción o desesperanza, y así explorar y reconstruir el tejido social del sufrimiento.
La atención a ese entramado (determinación social incluida) ha dado lugar, entre otras cosas, al fértil encuentro entre la antropología y la compleja realidad a la que apunta la categoría de salud colectiva, especialmente a partir del desarrollo de esta última en América Latina. Pero no solo queremos presentar ese vínculo, sino también invitar a reflexionar sobre las potencialidades de la antropología de la salud y de la mirada etnográfica para promover transformaciones sociales y, en definitiva,condiciones para una Salud Mental Colectiva posible.En realidad, es esa voluntad transformadora por la que apostamos -y que tan discutida es dentro y fuera de la academia- la que va a permitir a la antropología de la salud aportar herramientas y semillas para una existencia saludable en sociedades ahora patologizadas.